Ahora que estoy viejo.

Ahora que estoy viejo y canoso, rodeado de soledad
lento y lleno del aburrimiento propio de la edad.
Cuando el recuerdo, camine al lado de mi sombra
y mi sombra se asombre de verlo ahí... a través de la penumbra,
volveré despacio sobre los pasos cansados,
tomaré este libro, leeré despacio,
y soñaré con tus versos tan amados.
Soñaré con la suavidad que tu piel mostraba
y la alegría de tu mirada que con todo arrasaba,
cuantos admiraron tu belleza y aquellos momentos
que con tu gracia arrancabas suspiros y dabas tormentos.
Cuando llegaste a mí, sabia, que me robarías el corazón
me adoraste sin reserva y me diste toda su atención.
Me amaste a pesar del tiempo, que dejó arrugas en mi rostro
y aceptaste el cambio de mi cuerpo y los silencios de mi mente,
seguiste amándome... adorando de mí... cada centímetro.
Doblando ahora las rodillas mientras me siento en esa silla
murmuro suavemente y me pregunto
La juventud adorada ¿qué camino tomó?
¿Dónde se ha ido mi amor?
Sé que una noche fría me dejó.
Ahora solo debo esperar a seguirla, me dirás ven, yo te protejo.
Me siento... abro el libro, cae una foto... y con ella en mis manos
sueño... con la suavidad de su rostro, sus brazos cercanos,
la belleza de sus ojos y sus cabellos con el perfume del manzano.
Creo que estoy llorando... si... estoy llorando
es que llegué a mí vejes solo y ahora, estoy recordando.

 Almatriste
Mis poemas.
Abril 2, 2010