El agua resbala sobre su cuerpo aun de niña.
Apresuradamente refriega su cuerpo,
tratando de borrar de su piel
el brutal pecado que la invadió.
Desolada aun siente sus gritos
sus pedidos... sus ruegos...¡No... déjeme... No!.
El dolor de la pelea... se siente tan dolorida.
¡Las marcas llegan hasta su corazón!
Es tan penoso... la brutalidad...
la suciedad de esas manos,
ese hombre despojándola de su virginidad.
De su pureza... de su frescura.
Dejándole solo el dolor y la vergüenza
que la perseguirá toda la vida.
Llorando, en su dolor murmura,
la venganza será mía.
Quebrándose su voz, dice.
Trataré de lavar su toque,
quitar su suciedad de mi piel...
tendré que sanar esta herida,
apagar mi odio... llorar mi llanto...
esconder mi vergüenza.
Ha cruzado todas las lineas
¡Maldigo su alma!
Pero volveré, en sus pesadillas estaré.
Devuélvame lo que tomó de mí.
No quiero ser su victima...
quiero ser su miedo más profundo
su Dios más oscuro.
Quiero ser... su muerte.
Y así... con el dolor en su alma
la tierna niña... nunca descansa.
~~
Almatriste-poemas.blogspot.com
Dic 22, 2010
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